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Oftalmología pediátrica

Preguntas frecuentes sobre OFTALMOLOGÍA PEDIÁTRICA

Queremos dar respuesta a las preguntas frecuentes sobre oftalmología pediátrica que nos plantean nuestros pacientes sobre el cuidado de la salud ocular en los niños y los tratamientos que ponemos a su disposición para solucionar las principales enfermedades que les afectan en la edad pediátrica.

1) ¿A qué edad es conveniente realizar la primera revisión oftalmológica en los niños?

Aunque no se advierta ninguna anomalía visual en el niño, los expertos aconsejan que la primera revisión pediátrica a nivel oftalmológico se realice a los tres años. A partir de esta edad, y en circunstancias normales, este examen completo debe repetirse anualmente.

Hay que tener en cuenta que, durante los primeros años de vida, el sistema visual en los niños se va desarrollando hasta completar su maduración a los 7-8 años. Por esta razón, resulta de vital importancia velar por un correcto desarrollo visual en este periodo, a fin de detectar precozmente cualquier anomalía visual que pudiera agravarse con el tiempo, e incluso, ser irreversible.

Calendario de revisiones oftalmológicas

2) ¿Un niño puede tener cataratas?

Los niños también pueden presentar esta patología al nacer, a pesar de que es más común a partir de los 50-60 años. En función del grado de opacidad que presente su cristalino puede dificultar o comprometer seriamente su visión.

De ahí la importancia de someter al niño a una primera exploración oftalmológica tras nacer para poder descartarla, al igual que otras anomalías congénitas de la visión.

3) ¿A qué se debe la conjuntivitis en los niños?

La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, una membrana transparente que recubre la parte blanca del ojo (esclera), que puede aparecer en adultos y en niños.

Las causas de su aparición pueden ser una infección bacteriana o vírica (conjuntivitis infecciosa), una reacción alérgica por exposición a un alérgeno que induce hipersensibilidad en algunas personas (conjuntivitis alérgica) o, también, puede cursar a consecuencia del contacto con sustancias irritantes del ambiente (conjuntivitis irritativa).

4) ¿Cómo se puede detectar el daltonismo?

El daltonismo se detecta a través de diferentes test visuales. La prueba que se emplea con mayor frecuencia para diagnosticarlo se conoce como Cartas de Ishihara.

Se trata de una serie de tarjetas donde aparecen círculos con múltiples puntos de colores, en los que se encuentra un número insertado que hay que identificar. Las personas que presentan una visión normal consiguen diferenciar los números con facilidad, mientras que aquellas que padecen o pueden padecer daltonismo presentan dificultades en diferente grado.

5) ¿Qué debo hacer si tengo sospechas de que mi hijo padece miopía?

Esta es una de las preguntas frecuentes sobre oftalmología pediátrica más frecuentes. En estos casos es conveniente realizar un adecuado control de este defecto refractivo con el oftalmólogo para obtener el diagnóstico preciso y establecer una correcta valoración de su capacidad visual a fin de corregirla de manera temprana.

Existen diferentes métodos, si bien se recomienda como primera elección la corrección óptica mediante gafas. Hay que tener en cuenta que la graduación en los niños va a sufrir inevitables cambios durante su desarrollo, por lo que es aconsejable que la graduación de su vista alcance un determinado nivel de estabilización para valorar otras alternativas como la quirúrgica.

6) ¿Es imprescindible la cirugía en los casos de estrabismo infantil?

Cuando se trata de un estrabismo acomodativo, es decir, en el que existe un defecto refractivo previo (miopía, hipermetropía, astigmatismo), conviene tratarlo mediante corrección óptica (gafas o lentillas). Generalmente el estrabismo desaparece una vez corregido el defecto refractivo.

No obstante, en ese caso, si la desviación ocular persistiera, el oftalmólogo valorará la necesidad de acudir al tratamiento quirúrgico para corregir esta pérdida de paralelismo entre los dos ojos.

La cirugía del estrabismo infantil consiste en modificar la longitud o posición de los músculos del sistema ocular, que son los encargados de mover el globo ocular, reforzando o debilitando aquellos responsables de la desviación del ojo. Dada la corta edad del paciente, este procedimiento se realiza bajo anestesia general y de forma ambulatoria.

7) ¿Qué consecuencias puede tener para el niño padecer glaucoma congénito?

Esta enfermedad de nacimiento provoca un daño progresivo en el nervio óptico, que es el responsable de transmitir la información desde el ojo hasta el cerebro. Como consecuencia de este daño, se produce una pérdida de visión más leve o más severa, dependiendo de su grado de degeneración.

Conforme la enfermedad va evolucionando, el aspecto normal de los ojos se modifica al producirse una pérdida de transparencia de la córnea y un aumento desproporcionado del tamaño del ojo por la distensión en los tejidos.

Para confirmar el diagnóstico, el oftalmólogo deberá someter al niño afectado a un examen en profundidad.

8) ¿Qué síntomas presentan los niños con ojo vago?

Algunos de los síntomas de los niños que padecen ojo vago que deben alertar a padres y educadores son torcer la cabeza, parpadeo constante, guiño ocular, visión borrosa, visión doble, acercarse a los objetos, enrojecimiento ocular, entre otros.

Conviene detectar y tratar esta patología infantil en el momento correcto (antes de los 7-8 años) para obtener un mejor pronóstico de recuperación visual ya que, si este problema no se detecta a tiempo, es posible que se prolongue durante la edad adulta sin que haya posibilidad de corregir la visión del ojo que no se utiliza.

9) ¿En qué consiste la ptosis palpebral infantil?

La ptosis palpebral infantil es la caída del párpado superior que cubre parcial o totalmente el ojo del niño y, de presentarse, suele ser antes de los 8 años. Esta alteración de su posición normal puede afectar el campo visual, llegando a interferir seriamente en su visión.

Este tipo de malposición palpebral en los niños se presenta desde el nacimiento, debido a que suele ser de origen congénito y, habitualmente, se relaciona con un mal desarrollo del músculo que se encarga de elevar el párpado.

10) ¿Qué tipo de conductas pueden indicarme que mi hijo tiene algún problema en su visión?

Es poco probable que los niños de corta edad (entre 3 y 6 años) reconozcan por sí mismos que tienen dificultades en su visión. Por tanto, es fundamental prestar atención a determinadas conductas que manifieste de forma reiterada como:

  • Ausencia de fijación y seguimiento de la luz (a partir de los 3 meses).
  • Entornar los ojos para enfocar mejor de lejos.
  • Sensibilidad extrema a la luz (fotofobia).
  • Desviación o temblores de los ojos.
  • Enrojecimiento de los ojos.
  • Frotarse los ojos con frecuencia.
  • Acercarse o alejarse del televisor o del papel al leer o escribir.
  • Dificultad para leer la pizarra.
  • Confundir letras o palabras.
  • Mala comprensión lectora.
  • Dolores de cabeza con cierta frecuencia.